Pues habrá que reivindicar las cabañuelas como método menos voluble y más fiable que estas prediciones estacionales... Sigo pensando que en un territorio como el nuestro, tan al límite de tantos condicionantes (el Sahara, la ZCIT, los coletazos del frente polar...), una sola perturbación efectiva puede marcar tremendamente toda la temporada. Por tanto, a estas predicciones estacionales, personalmente, les concedo un crédito limitado. Sin embargo, volviendo a las cabañuelas (que éstas sí que están adaptadas a Canarias, je!) y al transcurrir de este otoño, se deduce lo siguiente: las cabañuelas de San Simón (las más influyentes en el Hierro) y las de la luna de Octubre (en La Palma) han sido las últimas observadas de esta temporada. Coinciden en su veredicto final: dominio claro de la componente N-NE; cuando ha llovido, ha sido de esos sectores, y, en cualquier caso, carencia, por ahora absoluta, de SW húmedos. Año de Breñas en La Palma (ha llovido bastante en toda esta comarca) y sequedad en el valle de Aridane. San Simón de componente N implica mal año para El Hierro; a día de hoy, es la isla, junto con Fuerteventura, donde menos ha llovido. Que cada cual extraiga conclusiones...
|