Unos breves apuntes sobre las míticas
nevadas de Enero de 1979 en Las Cañadas del Teide, que podrían ser de interés, especialmente para los "enamorados" de la alta montaña chicharrera
.
A modo de introducción, recordar que esas nevadas figuran entre las más importantes del siglo XX, llegándose a medir un espesor medio en Teide-Pico Viejo de
5 a 7 metros. En los últimos años, tan sólo la nevada de Enero de 1999 puede equipararse, con un espesor medio estimado en esas zonas de 4 metros.
Revisando la bibliografía, he encontrado un interesante documento de 1981, que algunos conocerán, de los geógrafos
Martínez de Pisón y Quirantes González acerca de los
"penitentes" de El Teide. Cito textual:
"Los penitentes constituyen una morfología característica de los campos de nieve de la alta montaña subtropical. Su presencia en El Teide aporta un dato más para la inclusión de este volcán en ese ámbito morfoclimático (...). Las excepcionales nevadas acontecidas en la zona del Teide durante enero de 1979 dieron lugar a una extensa y espesa cobertura nival, que se mantuvo ampliamente hasta mediados de abril. La ventisca acumuló nieve en zonas propicias, como es el caso de los canales de las coladas y algunos rellanos. Como consecuencia directa de esta situación, se originaron amplios campos de penitentes de nieve (bien formados en algunas zonas: 2 m. de alto por 1 m. de separación entre tabiques)." Lo realmente significativo es que los autores estudian estos penitentes tan grandes, aportando fotografías de la zona de La Rambleta, casi a las puertas del verano de 1979, a mediados de Mayo y principios de Junio, lo que nos da una idea de la excepcionalidad de la nevada.
Adjunto una fotografía de los penitentes en la primavera de 2011, a una altura aproximada de 3550 m.