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Muy buenas, adjunto resumen publicado en El Dia sobre una charla efectuada durante la Universidad de Verano en Adeje ... El cambio climático "se ha dado por hecho sin datos que lo corroboren"
El profesor de Ecología de la Universidad de La Laguna José Ramón Arévalo anima a romper el "falso consenso" en torno a la relación entre actividad industrial y aumento de las temperaturas. MIGUEL GÓMEZ, Adeje
Los avances de la ciencia se producen, en muchas ocasiones, a base de romper consensos. Tomando como punto de partida esta idea, el profesor del Departamento de Ecología de la Universidad de La Laguna (ULL), José Ramón Arévalo, atacó ayer, durante la segunda jornada de la Universidad de Verano de Adeje, el "consenso inexistente" alrededor del cambio climático y de la relación entre las emisiones de CO2 y el calentamiento global.
Arévalo definió el Protocolo de Kyoto como una especie de "gran hermano mundial" que ordena la paralización de la actividad industrial y, con ello, genera una pérdida de la calidad de vida. "El debate se ha cerrado, dando por hecho el cambio climático sin datos que lo corroboren", expuso este especialista, que reclamó un incremento de la inversión en investigación para determinar los motivos que explican la "variabilidad térmica" del planeta.
La propia idea de que las temperaturas están en continuo ascenso fue puesta en entredicho por el profesor de la ULL, que reveló que, durante los últimos cincuenta años, han bajado 0,4 grados, pese a que las previsiones apuntaban a un aumento de cuatro. "Estos mismos modelos, que ya hemos visto que no son útiles, son los que se están usando para pronosticar que las temperaturas se van a elevar hasta seis grados a finales de siglo", denunció.
Sí es cierto que durante la década de los noventa se produjo un ascenso, pero "no se ha dado el mismo valor al hecho de que en los últimos tres años están disminuyendo", dijo. "La tendencia es a una caída de las temperaturas, pese a que la emisión de CO2 sigue aumentando", señaló Arévalo.
Si bien se admite que existe una correlación entre estas emisiones y la temperatura, ello no representa una explicación, dado que "correlación no es lo mismo que causación". Incluso, indicó el director del curso, existen "mejores correlaciones" con el incremento de temperaturas que el CO2. En este sentido, se refirió al régimen de actividad solar -un aspecto que, avanzó, experimentará una tendencia descendente en los próximos cien años-, el aumento relativo de los grandes núcleos urbanos o la disminución de la pobreza en Asia.
Otra correlación, añadió, es el crecimiento de la superficie forestal del planeta, que, frente a lo que suele pensarse, se ha ampliado en los últimos treinta años. En el caso concreto de Tenerife, la superficie ocupada por bosques ha aumentado un 30% durante los últimos 25 años. Según José Ramón Arévalo, una correlación con la elevación térmica la constituye la pérdida de estaciones de medición de temperaturas situadas en zonas frías, como la antigua Unión Soviética o Alaska.
Existe una serie de fenómenos asociados tradicionalmente -y erróneamente, según Arévalo- al cambio climático, caso de la desertificación, cuya misma existencia es cuestionable, a juicio del experto, que recuerda que, durante los últimos cuarenta años, en España ha habido "tantos años secos como húmedos". Aunque los periodos de lluvias intensas son cada vez menos frecuentes, actualmente se produce más "lluvia gentil", de carácter beneficioso. De hecho, sostuvo el profesor, en el Sahel -región situada en el límite sur del Sahara- las investigaciones han determinado que "no avanza el desierto, sino la vegetación". Otros fenómenos -como los incendios forestales, tornados, huracanes y tormentas tropicales- también han sido relacionados "alegremente" con el cambio climático. En el caso concreto de las tormentas tropicales, como Delta, existen evidencias de antecedentes en Canarias registrados en la laurisilva de Anaga y el fayal-brezal de El Hierro.
Para Arévalo, "existen retos más importantes" que asumir que el cambio climático, como los relacionados con el agua o los alimentos. Asimismo, consideró necesario profundizar en la investigación de las energías alternativas con el fin de "hacerlas factibles".
De similar opinión es María Eugenia Pérez, quien también participa en el curso "Cambio climático: consecuencias ecológicas y económicas locales y globales". A juicio de la profesora titular de Geografía de la Universidad Complutense de Madrid, no hay razones científicas suficientes que permitan avalar la visión más catastrofista que se está dando acerca del cambio climático.
Para la especialista, es evidente que en estos momentos se está experimentando una fase de ascenso de las temperaturas, pero ello no debería ser motivo de preocupación, puesto que en el pasado ha habido otros periodos muy largos de aumento térmico que se han autorregulado. "Según los datos que tenemos ahora, no es una situación irreversible. Es una anomalía como otras que se han dado con anterioridad", apostilló.
Eugenia Pérez entiende que es erróneo calificar de "global" este proceso, ya que se concentra en las grandes ciudades: "Cuando se manejan series largas de datos suficientemente antiguas fuera de zonas urbanas, ese calentamiento no se observa. Dado que las zonas urbanas en Estados Unidos y Europa son muy amplias, el resultado es que la zona climática templada es igualmente extensa. Pero, ¿es suficiente para inyectar ese calentamiento a todo el globo? Yo creo que no", sostuvo María Eugenia Pérez.
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