Por cierto, he estado repasando en el foro algunas páginas en el apartado de "
Meteorología Histórica de Canarias", en la sección "
Biblioteca" (por cierto, muy recomendable para los usuarios más nuevos del foro), y ya por el año
2010, comentábamos:
José Luis escribió:
"me gusta leer estas historias. Me hacen revivir muchos temporales de mi niñez, muchas sensaciones y miedos. Últimamente (me refiero ya a algunos, muchos años) ya Noviembre no es el mismo."David escribió:
"creo que es la sensación que en líneas generales tenemos todos acerca de los "últimos Noviembres", y que comentábamos en otro hilo hace unos días.
Recuerdo a finales de los 80 y principios de los 90 (más atrás, no había uso de razón...), como Noviembre, con bastante frecuencia, se comportaba como un mes claramente inestable, desde sus primeros días, independientemente de la cuantía de las precipitaciones; lo cierto es que el plácido viento de NE con sus estratocúmulos aplastados por la inversión apenas aparecía.
Y esa parecía ser la tónica dominante desde los años 50, y desde mucho más atrás, como demuestran todas estas crónicas de virulentos temporales otoñales.
Estos últimos 15-20 años (que por otro lado, son muy pocos para sacar alguna conclusión...), salvo excepciones, hay que esperar a Diciembre o Enero para ver el primer temporal importante".Ahí todavía estábamos en las "épocas doradas" del foro, tanto por participación como por nivel, pero sobre todo por la meteorología, que nos ofrecía temporadas mucho más interesantes que las actuales. Aún así, muchos ya empezábamos a verle las orejas al lobo. Quién nos iba a decir que tan sólo una década después ya tampoco Diciembre o Enero ofrecen garantía alguna al respecto. Creo que ninguno de los participantes de aquella época esperábamos cambios tan dramáticos y tan rápidos.
En fin, confiemos en el CSE de mitad de Febrero, porque de lo contrario habrá que ir entonando aquello de "summer is coming" (nunca se ha ido muy lejos...
).
Creo que con lo que acabas de hacer y contrastando con la actualida ya se ve con algo más de rigor científico el impacto que va teniendo el cambio climático en la región de Canarias, aunque, a su vez, sea cierto que para poder aumentar más la fiabilidad de la descripción de ése impacto sea conveniente continuar recabando datos de décadas sucesivas.