Magníficas ponencias y magníficos ponentes. Muy interesantes las conclusiones de las charlas. Por destacar algo, de todo lo que se aportó, me quedaría con esto:
1) No se puede afirmar que ahora haya más temporales y lluvias torrenciales que en el pasado. Las precipitaciones en Canarias se caracterizan por su escasez (más del 80% del año) y por episodios aislados e irregulares de torrencialidad, en los que puede llover más que la media anual en sólo un día, o unas horas.
2) Las graves consecuencias que se producen en las zonas urbanas por la llegada de temporales no son consecuencia de que éstos ahora sean más violentos que antes (alusiones a cambios climáticos y bla, bla...), sino a la voraz política de urbanismo descontrolado y mal planificado.
3) Las situaciones meteorológicas adversas en Canarias no son los mayores riesgos para la población desde el punto de vista de las emergencias.
4) Las prealertas no deben ser comunicadas a la población (es información interna y está establecido así por la normativa de emergencias) pero llegan a ella a través de algunos medios con los que el protocolo de actuación tiene convenios, y de esta manera se filtra a la población. Esto crea una confusión en la población ya que muchas prealertas no pasan de ahí y terminan anuladas. De ahí que se creen estados de falta de confianza en los sistema de avisos a la población.
Pues nada más que agradecer la asistencia de los que fueron e incluso tuve el placer de saludar y por supuesto el agradecimiento a los dos ponentes de este acto.
Y también al compañero Igueque por el curro que se pegó.
